La música es universal, no entiende de fronteras y por ello mi escultura es una obra circular referente a nuestro planeta, y dentro de ella se encuentra una nota musical simbolizando el corazón.
Está construido con papel y cartón formando varios círculos. Se sostiene por dos pilares de cartón a cada extremo. Además, contiene la letra de la canción de Billie Eilish escrita alrededor de toda la escultura.
Con esta escultura quiero hacer ver que todas las personas somos iguales a ojos de la música, da igual los kilómetros que nos separen, de la cultura o religión que seamos, el color de piel que tengamos, incluso el idioma que hablemos. La música une a las personas.
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